NOCION DE DOMOTICA
Domo (del latín
domus): casa
Tica: (de la
palabra en griego automática): que funciona por sí sola.
Es una serie de
sistemas tecnológicos que aportan diferentes servicios al hogar, tales como
seguridad, bienestar, comunicación, de gestión energética. etc.
La domótica está
integrada por redes de comunicación tanto interiores como exteriores ya sea de
forma inalámbrica o alambrada.
Esta no solo va
dirigida a las viviendas, sino también a los comercios, edificios, granjas. etc.
En pocas palabras
cuando se habla de domótica se hace referencia a la integración de las diversas
áreas del conocimiento como lo son las telecomunicaciones, la electrónica, la
informática y la electricidad para mejorar la calidad de vida de los seres
humanos.

PRINCIPALES VENTAJAS DE LA APLICACIÓN DE LA
DOMOTICA
Reducción de
costos mediante la optimización del uso de los recursos.
Importante
incremento en la seguridad (robos, incendio, etc.).
Reducción en los
costos y mayor eficiencia en los servicios de mantenimiento
Reducción general
de costos mediante la automatización de tareas tercer izadas.
Obtención de
información crítica para la toma de decisiones.
Mejora en la
calidad de vida mediante el control de climatización e iluminación ajustadas en
tiempo real de acuerdo a los parámetros censados.
Posibilidad de
integración con nuevas tecnologías.
Control y
verificación en tiempo real y por múltiples medios de los eventos que sucedan
dentro del contexto
ORIGEN DE LA DOMOTICA
El origen de
la domótica como tal, se remonta en Europa a los años sesenta, cuando
aparecen los primeros dispositivos de automatización de edificios basados en la
tecnología X-10*. A partir de ahí, comenzó su evolución y comenzaron a
surgir los distintos estándares e infraestructuras que, suficientemente
evolucionados y con costes cada vez más competitivos, persisten en nuestros
días.
http://es.slideshare.net/hack32/domotica-2631606 (CONSULTADO
EN LINEA 09/10/2015)
El
cosmopolitismo en las telecasas
Las
telecasas están abiertas al mundo: son formas sociales estructuralmente
desterritorializadas en las que se producen interrelaciones humanas
instantáneas y a distancia. Las telecasas se integran en redes de comunicación
y de información globales y constituyen una forma nueva y mejorada de
cosmopolitismo. El triunfo de las ideas ilustradas originó una forma de
cosmopolitismo clásico que reivindicaba una racionalidad universalista, no
local. No obstante su puesta en práctica hacía uso de la mediación de los
Estados, combinándose en ocasiones de manera extraña patriotismo y
universalismo: "ciudadanos del mundo" que sin embargo se centraban
como buenos patriotas en su Estado propio y particular para hacer efectivos
estos ideales cosmopolitas. En Telépolis se supera el ideal kantiano en tanto
que el nuevo cosmopolitismo doméstico se deshace de las ataduras territoriales
de un Estado y de las trabas morales o de pertenencia, al primar el individuo
frente a un supuesto ente superior (la Naturaleza, Dios y el Estado en momentos
previos): estas entidades se constituyen al servicio del telepolita y no a la
inversa. Surge así un nuevo cosmopolitismo civil y universal, fundado en
individuos libres que se asocian entre sí, trascendiendo las fronteras
territoriales que definen los Estados.
Adaptado de Echeverría J. (1995),
capítulo 14
Domótica e Inmótica
Los diccionarios franceses incorporaron el término domotique
a partir de 1998. Esta palabra se introdujo en España por los Pirineos como
Domótica, que procede del latín domus (casa, domicilio) y del griego aútóµatoç,
automática (aunque existen autores que opinan que deriva de informática, como
defiende el Diccionario de la RAE, o incluso de robótica). Huidobro J.M. y
Millán R. (2004) recogen que el origen de la Domótica se remonta a los años
setenta, cuando en Estados Unidos aparecieron los primeros dispositivos de
automatización de edificios basados en la aún hoy exitosa tecnología X-10.
Estas incursiones primerizas se alternaron con la llegada de nuevos sistemas de
calefacción y climatización orientados al ahorro de energía, en clara sintonía
con las crisis del petróleo. Los primeros equipos comerciales se limitaban a la
colocación de sensores y termostatos que regulaban la temperatura ambiente. La
disponibilidad y proliferación de la electrónica de bajo coste favoreció la
expansión de este tipo de sistemas, despertando así el interés de la comunidad
internacional por la búsqueda de la casa ideal. Los ensayos con
electrodomésticos avanzados y otros dispositivos automáticos condujeron a
comienzos de los años noventa, junto con el desarrollo de los PC y los sistemas
de cableado estructurado, al nacimiento de aplicaciones de control, seguridad,
comunicaciones que son el germen de la Domótica actual.

El hogar del futuro
La idea de una casa inteligente y plenamente automatizada
tiene una historia sorprendentemente larga. Ya en 1893 la revista Answers
imaginaba el futuro en forma de vivienda equipada con electricidad en todas sus
estancias, luces eléctricas controladas desde la mesita de noche, puertas y
ventanas mecánicas con accionamiento eléctrico… En 1959, los diseñadores de la
Miracle Kitchen, expuesta en la American National Exhibition de Moscú,
prometieron un futuro cercano en el que las tareas domésticas más molestas para
el ama de casa estadounidense se completarían simplemente presionando un botón
o dando palmas. Visiones contemporáneas de casas inteligentes incorporan
frigoríficos capaces de proponer recetas en función de los ingredientes
disponibles en cada momento, despensas que renuevan sus existencias sin
necesidad de intervención humana y múltiples aplicaciones sobre Internet. A
pesar de tanta propaganda y de los reiterados anuncios de su inmediata llegada
al mercado de masas, estas casas del futuro parecen aún lejos de convertirse en
realidad. De hecho, para muchos, la aplicación doméstica más automatizada aún
sigue siendo la mujer, como irónicamente señaló la feminista Beverly Jones en
1927.
Adaptado
de The Economist (2004a)

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